Patrimonio cultural

Historiguía

La Fundación de Melipilla

 

 

En 1742 el Gobernador Manso de Velasco, quien ya había fundado algunas villas, se dirigió en el mes de septiembre a Valparaíso a visitar las fortificaciones. Una vez de regreso detúvose especialmente en el valle de Melipilla; y después de reconocer por sí mismo la localidad, decretó con fecha 11 de octubre de 1742 el establecimiento de una villa «para mayor honra y gloria de Dios y servicio del Rey y bien común de sus vasallos».

La nueva villa tendría por nombre Logroño de San José.  El nombre español de Logroño fue dado por Manso de Velasco en recuerdo de la ciudad de España en la que él mismo había nacido.

La Villa de Logroño de San José, como empezó a llamársele -aunque el nombre aborigen de Melipilla se impuso poco más tarde y prevaleció hasta ahora-  se distribuyó en treinta y ocho chacras con un valor de dos pesos y medio por cuadra para los nativos del lugar.

Se utilizó el sistema  llamado «damero español» para cuadricular la villa: 

Al centro  la Plaza Mayor, al poniente de ella la iglesia, casa parroquial, juzgado, cárcel, cuartel y la municipalidad. Al norte y al sur de esta dos grandes avenidas (cañadas).

 El canal de riego construido por los picones  se aprovecha y se extiende desde  el oriente al sur poniente dando agua a las tierras de los vecinos que pronto construirían  sus casas con adobe de paja y las pintarían con cal blanca,  posibilitando una imagen parecida al tipo de los viejos pueblos peninsulares.

Los más próximos a  los corregidores tomaron en sucesivas rondas los cargos concejiles y de corregidores. Por otro lado los hombres y mujeres nativos quedaron separados y marginados de cualquier tipo de participación. Con esto, el dominio extranjero se hizo evidente.

El prior de San Agustín en Santiago, pidió también que se le asignara un sitio a fin de trasladar a la nueva villa el convento que tenía la Orden en Santa Rita de  Perquilauquén.  El 16 de octubre de 1742, el presidente Manso proveyó favorablemente  la solicitud del prior y les dio a los agustinos  una cuadra de tierra a dos de distancia de la Plaza Mayor a fin de que allí erigieran un convento. Fue éste el primero que tuvo su recinto en la villa.  Luego  siguieron  los mercedarios y también los  jesuitas. 

El mismo Manso de Velasco fue quien consideró que uno de los alicientes más poderosos para atraer pobladores era la fundación de los famosos colegios de la Compañía de Jesús, pidió «se trate en la Junta de esos religiosos cómo se podría conseguir trasladar a la Villa Logroño de San José, el colegio de Bucalemu».  Las diligencias practicadas no tuvieron  resultado favorable, pero en cambio, se obtuvo una fundación más, que acordaron  los jesuitas para la nueva villa.

Siguiendo su norma, los  nuevos religiosos establecieron una escuela pública que fue el primer plantel de educación que hubo en el  pueblo. Ese plantel funcionaba en la Plaza de Armas, en la manzana del costado norte, que perteneció en su totalidad a los jesuitas, quienes llegaron a Melipilla en 1743.

OBRAJE

En el siglo XV Melipilla era uno de los once distritos, de norte a sur, en que estaba dividido el país. En ese entonces era administrador del distrito el capitán Francisco Hernández Estrada.  Para fines del siglo XVI,  Melipilla experimentó un progreso importante con la fábrica  de obraje.  Junto a las lozas y ladrillos de  Pomaire, estaba el trabajo de tejidos en Melipilla.  Entonces, el  Gobernador del Reino, Alonso de Ribera, a comienzos del siglo XVII da impulso a un obraje en gran escala para producir paños o jergas, bayetas, mantas y frazadas para el ejército español.

Esta industria produjo grandes entradas al Estado y se convirtió en el inicio de la economía no rural de la villa. En  1742, comprendiendo algunas reducciones, el valle contaba con  dos mil habitantes.  Se decía que había un número  de 420 hombres (como soldados preparados para la guerra). Ya en 1778 habían 9.700 habitantes. Y en 1796 se asigna a Melipilla una población de 8.365 habitantes.

En el censo de 1835 se eleva la cifra a 20.495 personas y en 1875 Melipilla registró 32.199 almas. Siendo el corregimiento (territorio gubernamental) de  25 leguas de oriente a poniente, y diez de norte a sur, de lo cual se tiene un área de 250 leguas cuadradas.

El departamento de Melipilla, de acuerdo a un informe del propio Intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, tenía en 1874 los siguientes límites: al norte con Casablanca; al este con los cerros de Colliguai Prado, Mallarauco, Pelvín y el río de San Francisco de El Monte; al sur el río Maipo y  al oeste el océano Pacífico.