Patrimonio cultural

Historiguía

Roberto Hernández Cornejo

 

 

Periodista, cronista e historiador. Nació en Melipilla el 18 de diciembre de 1877. En 1900 fundó el diario La Unión de Melipilla. Entre 1902 y 1915 trabajó en el periódico santiaguino “El Chileno”, sus entrevistas a personajes vinculados a la historia de Valparaíso son un aporte extraordinario. Es por eso que gana el nombre de Historiador de Mérito. Su biblioteca, dijo un cronista que lo visitó en su casa, fue un Ateneo privado.

En 1915 comenzó a desempeñarse como redactor de temas históricos del diario “La Unión” de Valparaíso. En 1917 ingresó como empleado a la Biblioteca Severín, de ese puerto. Posteriormente fue designado director de aquel establecimiento, cargo que mantuvo hasta 1953, fecha en que se acogió a jubilación. Fue miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia, de Madrid, y de la Academia Chilena de la Lengua. Falleció el 11 de enero de 1966.

De los veintiocho títulos que forman su bibliografía hay una particularidad, están hoy absolutamente agotados. He aquí los más importantes publicados casi todos en Valparaíso: Apuntes Históricos sobre el Movimiento Literario General de Valparaíso, 1921; el Roto Chileno, Bosquejo Histórico de actualidad 1929. El Salitre desde su Descubrimiento y Explotación, 1930; Los Chilenos en San Francisco de California, 1930; Crónica de Valparaíso, 1931; O’Higgins y Carrera en la Batalla de Rancagua, 1944; El Fundador de Melipilla  y el Convento de San Agustín, 1954; Vistazo Periodístico a los Ochenta Años, 1958. Fue  director y redactor de “El Chileno” de Valparaíso durante 13 años, cargo que dejó en 1915. Ese año ingresó al diario La Unión, hasta 1954.

Desde pequeño Don Roberto Hernández, renombrado periodista chileno nacido en Melipilla mostró un carácter de raro mérito y una perseverancia que lo llevó a estudiar con pasíón.

Los libros fueron sus mejores y fieles amigos y en ellos encontró la más amable compañía.  Los reunió de niño con el más celoso afán, conservándolos limpios, bien dispuestos y muy ordenados. Aquella incipiente biblioteca fue tal vez la primera que hubo en Melipilla.

Don Roberto Hernández no dejaba de sentirse halagado por la circunstancia de ser poseedor en el pueblo de una regular biblioteca, cuyos servicios eran utilizados a menudo dentro del vecindario. El Gobernador solicitaba novelas, lo mismo el elemento femenino de parte de algunas familias respetables.

El Sr. Hernández prefería la lectura de obras serias pero aun aquella otra lectura de novelas vino a servirle de mucho poco tiempo más tarde, cuando ya ejerciendo su profesión en el periódico “El Chileno” de Santiago, tuvo algo que ver con los folletines del diario. Las novelas históricas del Liborio Brieva sobre los Talaveras y el Capitán San Bruno, como las de Ramón Pacheco, en la serie titulada “Los héroes del Pacífico” fueron proporcionadas por el señor Hernández, constituyendo un éxito asombroso cuando dichas obras estaban absolutamente agotadas. Los ejemplares  llevados de Melipilla salvaron la situación.

Muy conocido de los melipillanos fue el insigne periodista y escritor Don Roberto Hernández a quien debemos en gran parte que nuestra ciudad cuente con una historia. Fue él quien recopiló, estudió y publicó tantas y tan sabrosas crónicas del tiempo ya ido.

Entre sus apuntes encontramos los recuerdos del primer plantel educacional al que asistió siendo muy pequeño.

Era – dice – cierto antiguo colegio de la Inmaculada Concepción dirigido en Melipilla por doña Eloísa Brito. En aquel establecimiento había 118 niñitas y 5 varones, éstos de la misma edad, que ingresaron en lote como por concesión excepcional de matrícula. El grupo fue muy respetuoso y mantuvo buena nota de conducta y de aprovechamiento pero llegó fatalmente un día en que hubo de modificarse esta situación tan plácida, aun mucho antes del tiempo de las primeras emociones que preceden a la pubertad; la directora mandó un aviso a las respectivas casas de los cinco muchachos, como notificación, de que para el próximo año ya no podrían continuar en los bancos del Colegio de la Inmaculada Concepción.

Y agrega el Sr. Hernández:

¡Y nosotros por más que cavilamos, sin poder dar con la clave de esta recóndita determinación contra el quinteto de marras!

Por lo demás – dice Hernández – en sus recuerdos; “aquellos estudiantillos melipillanos, algo llegamos a ser andando el tiempo, cuando salimos del capullo.

¿Quiénes fueron?

Alejandro Flores – Auditor de Marina en Valparaíso.

Ramón Valdivieso – Gerente del Banco Nacional.

Mario Ortega  - Tuvo un alto puesto en una Compañía Industrial.

Rubén León – Se desempeñó en importantes labores agrícolas, y

Roberto Hernández – ya lo dijimos, insigne periodista y escritor nacido en este pueblo que él recordó siempre como “de cielo benigno y claro, el aire puro y apacible”