José Manuel Balmaceda
Fue uno de los presidentes de la nación chilena más importante y que ha sido discutido hasta nuestros días, es José Manuel Balmaceda. Fue un liberal que perdió con los liberales en la época parlamentaria y que llevó a los hombres a las armas.
Un mandatario ejemplar por su corrección, por su intachable conducta y por su calidad moral que envolvía su ser y que dejaba huella de ella en todo lo que hacía.
Balmaceda tiene un monumento enorme, una estatua como no existe otra en Santiago, pero su gran aporte está verdaderamente en la gratitud de los chilenos, que después de varias generaciones, han venido a reconocer sus virtudes y sus desvelos por Chile.
El propio mandatario dejó un testamento que lo dice todo en aquella sentencia suya: ”Amé a mi Patria sobre todas las cosas”.
Fue un legado a la nacionalidad, a la institución republicana, a su pueblo, a su tierra; con sus dolores y alegrías… la madera rica con que estaba formado el mandatario mártir. Con un col de cacha de nácar y perla se quitó la vida un día antes de finalizar su gobierno constitucional. Su muerte vino así… con energía y locura, con desvelo, y para que los chilenos no derramaran su sangre.
Ese presidente liberal progresista, renovador e impulsador de obras de verdadero significado, no tenía hasta hace pocos años un monumento en Melipilla.
¿Y por qué un monumento a Balmaceda en esta ciudad? Porque él nació cuando este departamento llegaba hasta el mar y no existía San Antonio como otro departamento en la provincia de Santiago. Allí, en la Hacienda Bucalemu, en época de jurisdicción melipillana, nació quien sería después el mártir del régimen parlamentario y el presidente de toda una época.
A Balmaceda, que construyó escuelas en Melipilla con cariño y dedicación, no se le recuerda ni su nombre en una de sus calles. Es triste dar a conocer este olvido pero es justo, pues las nuevas generaciones podrán reparar esta ofensa y dar a un paseo, a una avenida o a un edificio de importancia, el nombre del melipillano que fue Presidente de todos los chilenos: José Manuel Balmaceda.